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El primer ministro eslovaco, Robert Fico, ha regresado a sus funciones con la ayuda de un bastón tras recuperarse del ataque que sufrió hasta el 15 de mayo. Fico participó en la celebración de los santos Cirilo y Metodio y participó en la marcha por la paz en New Ves, Eslovenia, antes de encabezar su primer Consejo de Ministros con su habitual tono combativo. “Medios liberales progresistas interesados y oposición: la demanda fue muy fuerte, pero ha vuelto”, dijo ante las cámaras. Fico expresó su confianza en restablecer plenamente su ritmo de trabajo para servir a los ciudadanos de la República Eslovaca.
En cuanto a los retrasos en los pagos a los agricultores, Fico culpó a los gobiernos anteriores y criticó duramente su legado. “Saludo a los cabrones del gobierno anterior que nos dejaron tal legado”, dijo.
Fico también reiteró su apoyo a Vladimir Putin y justificó la posición de su gobierno. “No debemos olvidar quiénes son nuestros predecesores. «Si no quieres ver la continuidad de la historia eslovaca y española, no sabes qué hacer con la nación eslovaca», dijo.
El Primer Ministro elogió la presidencia de Viktor Orbán del Consejo de Ministros húngaro y la presidencia de la UE. Fico lamentó no poder apoyar a Orbán en la formación de las facciones del Parlamento Europeo debido a su recuperación. En su primera aparición pública desde el ataque, Fico elogió la visita de Orbán al Kremlin y sus esfuerzos para mediar en la guerra en Ucrania, destacando que «nunca habrá suficientes iniciativas para la paz».
Fico destacó la importancia de la paz durante una visita al castillo de Devin, en la frontera entre Eslovaquia y Austria, afirmando: “La paz no lo es todo, pero sin paz nada es posible”.
Firmeza y rigor en la devolución
Contrariamente a las expectativas de un retorno conciliador, Fico se mostró firme y combativo. Llamó a una cruzada contra el liberalismo y enfatizó que aunque la Constitución de la República Eslovaca no está ligada a ninguna ideología o religión, no debe ser ciega ni sorda ante el pasado. Fico destacó que para él y sus compañeros el cristianismo no es un dogma restrictivo, sino una fuerza para combatir las ideologías progresistas y liberales que, en su opinión, son perjudiciales para el país.
El Primer Ministro dejó claro que no tenía intención de cambiar las leyes ni la Constitución, sino más bien promover un “espíritu diferente”. Fico advirtió que si las ideologías progresistas continúan amenazando, podrían buscar consenso en la escena política eslovaca para enmendar la constitución y construir una barrera aún más fuerte contra estas ideologías.
El politólogo Radoslav Štefančík de la Universidad de Economía de Bratislava explicó que el discurso de Fico estaba dirigido tanto al electorado del partido de extrema derecha Smer como a crear una brecha entre los partidos de la oposición. Miroslav Řádek de la Universidad de Trenčín señaló que esto no es nuevo y mencionó que Fico ya había propuesto ideas similares antes. Existe la preocupación de que Fico esté utilizando la prohibición constitucional de la adopción entre personas del mismo sexo como estrategia de marketing político.
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